17 de julio de 2014

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Joaquín Martínez OMI 


mi amiga Nelly 



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Octavio Vega O.M.I.
Misioneros Oblatos de M.I.
Tfono: 914111212
Madrid - España

¿Nunca se envejece de una manera saludable?

Los Misioneros Oblatos de la provincia en la comunidad de Cadiz se han preparado para asistir uno a Italia, otro a la formacion que ha tenido lugar en España 
Tanto uno como otro vienen contentos por haber vivido la experiencia. Ambos han experimentado esos días para una renovacion personal espiritual y tambien intelectualmente. 

La Experiencia de la formacion permanente es algo que nosotros como religiosos tenemos que tomarnos muy en serio. Es un tiempo de renovacion, donde uno ve las etapas pasadas como momentos privilegiados para el crecimiento personal y comunitario.

La experiencia de la formacion viene exigida por nuestras constituciones, pero si así no fuera tendría que ser implementada. No terminamos nunca de formarnos. Lo sabemos desde que comenzamos la vida religiosa, pero nunca como ahora, que vamos entrando en la edad adulta, es necesaria. 

Personalmente he estado en una reunion conjunta con los mayores de la provincia en el sector español. Pude comprobar cómo personas de 80 años hasta 90 y de 70 hasta 80 están en sus plenas facultades tanto fisicas como psicologicas. He comprobado tambien que siguen realizando trabajos y ministerios que realizaban cuando tenían seseta o menos años y que estan tan ilusionados y tan optimistas con el futuro que resultaba contagioso.

Aprendí que se pude llegar a la ancianidad de una manera saludable. Salud Holistica, llamó a esa etapa de la vida en la que las fuerzas van fallando obviamente, en las que el cansancio va haciendo mella y lo más grave, que las enfermedades van poco a poco diezmando el buen humor y la buena "onda". Pero es verdad que siendo la vejez una etapa de pérdidas, tambien lo es de ganancias, siendo una etapa en la vida de duelos, tambien lo es de aprendizaje , siendo una etapa de contrastes,, podemos aprender a vivirla subrayando lo positivo y dejando a un lado o mejor, asumiendo, lo negativo. 

La salud puede ser fiesica, psicologica, emocional o intelectual, relacional. Esa salud se la debemos tambien a Aquel que nos cuida, que alienta, que defiende frente a las acechanzas del enemigo. Este momento es para vivirlo tambien entregados a la oracion, porque hay mas tiempo, entregados a la lectura porque siempre hay cosas que aprender, entregados en el fondo al ocio, al descanso, al asueto. A saborear los recuerdos y a hacerlo mostrandoselo a las generaciones venideras y haciendoles participes de que "cualquier tiempo pasado no fue mejor," sino que nosotros contribuimos a hacerlo mejor. 

He vivido en definitiva una experiencia que me ha enriquecido mucho. Espero que se vuelva a repetir. 

10 de julio de 2014

Testamento del fundador


Testamento del Fundador

Practicad entre vosotros la caridad, la caridad, la caridad. Y fuera el celo por la salvación de las almas

S. Eugenio de Mazenod

Nuestro fundador siempre estaba solicito a sus oblatos. Esto lo quiso tambien para aquellos que siguieran el camino trazado por el. Quiso que los OMI siempre estuvieran atentos los unos a los otros.

No podemos hablar de la caridad de Eugenio de Mazenod únicamente en el sentido de apreciación moral o de virtud. El amor en su vida es mucho más que un simple comportamiento moral. No es una virtud sino una Persona, Dios mismo.

El Habla de sí mismo como de un hombre sensible a los demás. Su corazón sangra por los dolores que se infringen a su persona, sangra tambien por los dolores que infringen a sus seguidores y los considera como hecho a si mismo

“Es difícilmente comprensible que, a pesar de un carácter como el mío que acabo de describir, mi corazón sea tan sensible: lo es en exceso. Sería demasiado largo citar aquí todos los rasgos de mi infancia que me han contado: son de verdad sorprendentes. Era corriente que diera mi desayuno, aun cuando sentía mucha hambre, para aliviar la de los pobres; llevaba leña a los que se quejaban de frío y de no tener medios para comprarla. Un día hasta llegué a despojarme de mi ropa para vestir a un pobre, y mil otras cosas parecidas. Cuando había ofendido a alguien, aunque fuera un criado, no quedaba en paz hasta el momento en que pudiera reparar la falta haciendo algún regalo o algún gesto de amistad o incluso alguna caricia a aquellos que tenían motivo de queja contra mí. Mi corazón no ha cambiado con la edad"